Detective del caso revela escalofriantes detalles
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Conrado Juárez compareció en la Corte y se declaró inocente, pero de acuerdo con la policía confesó haber abusado sexualmente de la menor en 1991.
'Es un animal', dijo Jerry Giorgio, detective del caso ‘Baby Hope’ sobre el agresor y asesino confeso, Conrado Juárez, quien ahora se sabe era primo de la pequeña Angélica.
La web del New York Post comparte el testimonio del detective que se mantenía al pendiente del caso, que logró resolverse tras 21 años en los que Juárez mantuvo silencio sobre las atrocidades que cometió.
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El investigador afirma que la menor está mejor muerta. “Lamento mucho decirlo”, se justificó, pero afirmó que vivía siendo víctima de abuso sexual y en una condición deplorable, desnutrida y esquelética. “De no haberla matado, en seis meses más habría muerto”.
Cuando el pequeño cuerpo de Angélica, en el momento de ser hallado, estaba desnudo y doblado de modo que cupiera en el refrigerador sucio que sería su ataúd durante ocho días, relata el investigador, quien, con ira creciente en la voz, dijo que espera que el responsible “sea miserable cada día de su vida”.
El asesinato arrancó el corazón a los neoyorquinos y desconcentró a los mejores detectives e investigadores durante dos décadas.
El medio indica que Juárez, de 52 años, era un inmigrante ilegal procedente de México que se dedicaba a lavar platos en un restaurante. Las autoridades saben ahora que Juárez era primo de la menor y se quedaba con ella en un apartamento lleno de gente.
El detenido está en prisión preventiva por el asesinato. Según The New York Post, ya ha hecho una confesión detallada sobre la agresión sexual a la que sometió a la menor, así como la forma en que la privó de la vida.
Según esta confesión, el día del crimen Juárez llegó borracho a casa. La encontró en el pasillo y se la llevó con él. Es posible que en algún momento durante la agresión sexual ella comenzara a gritar, por lo que la asfixió con una almohada.
Sobre la madre de la menor, a la que se le realizaron pruebas para comprobar el parentesco sin que se le dijera exactamente de qué se trataba, también se le cuestiona actualmente por no haber reportado la desaparición de la niña. La mujer, también de origen mexicano, responsabilizó por completo al padre de la pequeña. Al momento de su muerte, Angélica estaba bajo el cuidado de la hermana de su padre, quien era la madre de Juárez.
Años de investigación
Efe detalla que Juárez fue detenido el viernes en el restaurante de Manhattan donde trabajaba.
Él confesó a la policía que, el día del asesinato, llegó al apartamento donde vivía la niña con unos familiares en Astoria (Queens), donde la violó y luego la estranguló.
Después, él y su hermana Balbina (ya fallecida), metieron el cuerpo en una nevera portátil, la llevaron en un taxi y luego la abandonaron junto a una autopista del Alto Manhattan.
El cadáver sin identificar de la pequeña fue bautizado como "Baby Hope" ("Bebé Esperanza") por la policía y los medios de comunicación. El cuerpo estuvo durante dos años en el depósito de cadáveres hasta que los detectives que trabajaban en el caso pagaron su entierro en un cementerio de El Bronx, donde tiene una lápida sin nombre.
El concejal Ydanis Rodríguez, que representa a la zona del Alto Manhattan en el Concejo Municipal neoyorquino, felicitó hoy a la policía por trabajar durante 22 años hasta la resolución de "uno de los casos más horrendos que han tenido lugar en nuestra comunidad".
Rodríguez, de origen dominicano, confió en un comunicado en que la resolución del caso traerá algo de alivio a la familia tras 22 años, y recalcó que durante este período el Alto Manhattan, un área de elevada proporción de población latina, "se ha convertido en una de las zonas más seguras" de Nueva York.
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